FUENTE: EL ECONOMISTA.ES (María Medinilla)
3/03/2021 – 14:13
Consumo aprobará Nutriscore a finales de año y no prevé más excepciones que la del aceite de oliva
- El Ministerio se rechaza cualquier planteamiento que sugiera recular
- Recuerda que «cualquier sector puede autoexcluirse» si no está conforme
- Consumo espera que la Comisión Europea decida hacerlo obligatorio
El Ministerio de Consumo no cederá a las presiones que recibe por parte de diferentes sectores y actores económicos contra la aprobación del sistema de etiquetado Nutriscore y mantiene su hoja de ruta, que establece finales de este año para su implantación.
En plena polémica por la reclamación de otros sectores tras ‘salvar’ al aceite de oliva, el Ministerio que lidera Alberto Garzón espera aprobar a finales de año el semáforo nutricional voluntario para promover unas decisiones de consumo más saludables y a pesar de la «campaña beligerante» de quienes quieren ocultar los componentes de algunos productos que obtienen una calificación negativa, según confirman fuentes de Consumo.
Y es que Nutriscore forma parte del acuerdo de Gobierno de la coalición y desde el Ministerio se rechaza cualquier planteamiento que pudiera sugerir recular sobre una medida que, en respuesta a las críticas, «cuenta con un apoyo abrumador de la ciencia», insisten las mismas fuentes.
Según recuerdan desde el Ministerio a raíz de las peticiones de sectores como el quesero o el del jamón ibérico para quedar fuera de Nutriscore, el sistema no excluye productos porque es voluntario. «Cualquier sector puede autoexcluirse», al menos hasta que la Comisión Europea, quien tiene la competencia, decida hacerlo obligatorio como esperan en Consumo. De este modo, descartan «mentir» para favorecer a otros productos a los que se pueda tener apego por ser representativos del país pero que cuentan con altos niveles de grasa, sal o azúcar.
En el caso de la petición oficial del Gobierno para dejar fuera al aceite de oliva, las fuentes citadas recuerdan que esta se realizó en base a la evidencia científica sobre las propiedades beneficiosas para la salud de este producto que no quedaban reconocidas bajo el algoritmo de Nutriscore. Además, las mismas fuentes insisten en que «no tiene sentido comparar diferentes tipos de productos» porque Nutriscore cataloga tras cotejar productos de la misma categoría.
Aunque reconocen que el sistema es mejorable, entre otras cosas por que no aborda el procesamiento de los productos (por ejemplo, un producto procesado que incluya frutas o verduras sube de nivel automáticamente), desde Consumo recuerdan que el sistema está sujeto a evaluaciones para una adaptación contínua.
Sobre la posibilidad de que Nutriscore afecte a los alimentos propios de la dieta mediterránea, desde el Ministerio aseguran que es un sistema «compatible» porque la mayor parte de los componentes de la dieta (frutas, verduras, legumbres, aceite de oliva…) no están en el catálogo del sistema de información nutricional.
Asegurar las exportaciones
Consumo también argumenta la necesidad de aprobar «cuanto antes» el semáforo nutricional, que se retrasa unos meses con respecto al plan inicial de implantarlo en el primer cuatrimestre de 2021, en la capacidad para competir en mercados exteriores que ya cuentan en los estantes con productos con este etiquetado.
Según datos aportados por el Ministerio, el 36% del valor de las exportaciones de productos que se encuentran bajo la lupa de Nutriscore se hace a países que ya tienen este sistema implantado, por lo que ante un consumidor que compare, el producto español queda en desventaja al no marcar su calidad nutricional.
Nutriscore será el paso previo a prohibir la publicidad de productos poco sanos dirigida a menores
Regular el etiquetado facilitará el camino a las empresas que quieran sumarse al sistema e incentivará la competencia entre empresas del mismo tipo de productos, que apostarán hacia una composición cada vez más sana, según los planes del Ministerio. Pero además, Nutriscore será el paso previo a la prohibición la publicidad de productos con público infantil que el equipo de Garzón avanzó en octubre del año pasado porque aportará perfiles nutricionales para cribar los alimentos menos sanos.
Así, Consumo también prevé regular la publicidad de alimentos infantiles poco saludables antes de que acabe este año. Según lo avanzado, entre las medidas que se preparan están la prohibición de anuncios de productos calificados como C, D o E o la utilización de personajes famosos en los que se mantengan.