Las legumbres son alimentos que aportan numerosos beneficios para la salud, y su presencia es fundamental en el contexto de una alimentación saludable. Mucha gente las evita en su dieta ya que cree que son calóricas, son poco digestivas y no aportan demasiado a la alimentación. Pero ¿sabías que sería recomendable que las consumieras al menos 3-4 veces por semana?

Las legumbres destacan por ser ricas en proteínas de origen vegetal, hidratos de carbono complejos (principalmente almidón, almidón resistente y fibra) y un bajo contenido en grasas (en su mayoría son de tipo insaturadas). También contienen vitaminas del grupo B y una gran variedad de minerales como el hierro, magnesio, calcio, potasio, manganeso, fósforo, zinc, selenio y cobre, entre otros.

Gracias a su composición nutricional este tipo de alimentos ayudan a estabilizar niveles de azúcar en sangre, nos mantienen saciados durante más tiempo y nos permiten regular el tránsito intestinal.

Las setas son un alimento recomendable en aquellas dietas bajas en calorías, ya que tienen un bajo contenido energético puesto que mayoritariamente están compuestas por agua. Gracias a su contenido en proteínas y en potasio, son un alimento ideal para los más pequeños y los deportistas.

También son una fuente natural de niacina y riboflavina, vitaminas que contribuyen al mantenimiento de la piel y las mucosas en condiciones normales, a reducir el cansancio y la fatiga, y a un normal funcionamiento del sistema nervioso.

Las setas son un buen antioxidante debido a su contenido en selenio y riboflavina, que contribuyen a proteger al cuerpo de enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo. Además, como fuente de selenio, las setas contribuyen al mantenimiento del cabello y las uñas en condiciones normales, así como al normal funcionamiento del sistema inmunitario.

Al contener altas cantidades de selenio, se convierten en un alimento importante para aumentar la fertilidad. Por último, gracias a su contenido en potasio, las setas son un alimento excelente para personas con hipertensión arterial.

La sal es indispensable para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Nuestro cuerpo necesita pequeñas cantidades de sodio para regular algunas funciones vitales, como controlar la cantidad de agua en nuestro cuerpo y mantenerlo hidratado, mantener el PH en nuestra sangre, regular los fluidos corporales, ayudar a transmitir impulsos nerviosos y a relajar nuestros músculos.

Aunque nuestras necesidades varían según cada caso en función de parámetros como la edad, el peso, el nivel de actividad física y el estado de salud, entre otros, por lo general, se recomienda consumir no más de 5g al día.

Las conservas vegetales son una excelente opción para disfrutar de alimentos ricos en multitud de nutrientes de una forma cómoda, fácil y rápida. Nos ayudan a confeccionar menús saludables con un bajo contenido energético, lo cual las hace ideales para aquellas dietas bajas en calorías.

Además, son una excelente fuente de proteínas, lo cual las hace ideales para niños y deportistas, así como de fibra, la cual produce un efecto saciante y ayuda a regular el tránsito intestinal. También contienen una gran variedad de vitaminas, como la vitamina A en las zanahorias y los pimientos, la B6 en los pepinillos o la vitamina C en el caso del tomate y las patatas, entre otros.